La sobrehidratación, o consecuencias de beber demasiado agua, no es algo muy común, sobre todo en personas con unos riñones sanos —a menos, claro, que se trate de un ahogamiento—. Y es que los riñones tienen la capacidad de eliminar el exceso de agua de nuestro cuerpo como mecanismo de defensa a la intoxicación hídrica. Por ejemplo, ante los síntomas de una sobrehidratación el cerebro se activa inhibiendo el acto de deglución —dificultando el proceso de tragar—, algo que podemos ver reflejado el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences del año 2014.
La sobrehidratación, como decíamos, no es muy frecuente, pero puede ocurrir. De hecho, los deportistas de élite son los que se enfrentan principalmente a este tipo de intoxicaciones —así como las personas que realizan más de 4 horas de ejercicio diario—. Esto suele ocurrir por la descompensación de los electrolitos a causa de la sudoración y por beber mucha agua para calmar la sed. Es lo que se conoce como una hiponatremia asociada al ejercicio.
A continuación, analizamos cuáles son los peligros de la sobrehidratación, cuáles son los signos de sobrehidratación y qué pasa si bebes mucha agua. Lee este artículo para más información.
¿Cuándo puede producirse una intoxicación por agua?
Como comentábamos, el cuerpo humano está preparado para prevenir las sobrehidrataciones tras beber demasiado agua, ahora bien, hay ocasiones en las que un exceso puede derivar en un fallo de los mecanismos de defensa. Por lo general, el organismo puede soportar hasta 7 litros de agua siempre y cuando se consuma un máximo de 1.5 litros cada hora y cuando este funcione en condiciones normales. Es decir, cuando el hipotálamo controla adecuadamente la sed y cuando los riñones y el cerebro trabajan normal.
Es importante dejar claro que en estos 7 litros de agua se incluye también el agua que se encuentra en los alimentos —por ejemplo, en las frutas— y que no es lo más recomendable apurar hasta el límite por este mismo motivo, para evitar sobrepasarse. Así mismo, en la sobrehidratación influyen otros factores como es el ejercicio que realice el sujeto o la constitución de cada persona.
¿Qué pasa si bebes mucha agua?
Las consecuencias de beber mucha agua —sobrehidratación— son peores de lo que parecen. De hecho, una intoxicación por beber demasiado agua puede incluso provocar la muerte por sobrehidratación —aunque se trata de casos muy extremos—. Los signos de sobrehidratación son varios, estos pueden clasificarse de la siguiente forma:
Dolor de cabeza
Al beber una cantidad muy abundante de agua lo que ocurre es que los riñones se sobrecargan y por tanto no tienen la capacidad de eliminarla de nuestro cuerpo. Ello deriva en un hinchamiento de las células entre las cuales se encuentran las del cerebro. Estas provocan una presión en el cráneo, razón por la cual tiene lugar el dolor de cabeza, uno de los primeros signos de sobrehidratación.
Calambres musculares
Los calambres musculares son otro de los peligros por sobrehidratación. Esto tiene que ver con la disolución del sodio y del potasio en la sangre. Es decir, la concentración de sodio en la sangre disminuye y aumenta el agua (hiponatremia).
Cansancio
El cansancio —o somnolencia—, sumado a la distracción y al letargo son otros de los síntomas de la sobrehidratación. Esto se produce como respuesta de las neuronas y su adaptación a la elevada concentración de agua, así como a las bajas concentraciones de sodio. Así mismo, es posible que aparezcan rápidamente vómitos y problemas relacionados con el equilibrio.
Insuficiencia cardíaca congestiva
La insuficiencia cardíaca congestiva tiene lugar cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre adecuadamente. Los peligros de la sobrehidratación en este caso pueden derivar en que la sangre y los líquidos se acumule en los pulmones, en el hígado o en otros órganos y partes del cuerpo —como en las piernas—. De esta forma el corazón tiene que realizar un sobreesfuerzo para bombear la sangre adecuadamente a las otras partes del organismo.
Muerte por sobrehidratación
La muerte por sobrehidratación es posible, aunque poco probable. Se trata de la consecuencia más grave, sumada a la posibilidad de entrar en coma, tener alucinaciones y convulsiones, así como a la parálisis parcial o completa del cuerpo.
Fallos renales
Se trata de una consecuencia derivada de una sobrehidratación por beber mucha agua —más de la que necesita nuestro organismo—. La sobrehidratación puede causar nefropatías —o daños en los filtros de los riñones— o hepatopatías —o inflamación de los riñones—. Otra de las consecuencias indirectas de la sobrehidratación es el síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética. Esto afección que tiene lugar a causa de un exceso en la producción de la hormona antidiurética provoca que los riñones retengan demasiado agua, lo cual pueden suponer serios problemas para el organismo en condiciones normales —cuando no existe sobrehidratación—.
Cómo curar la sobrehidratación
Acabamos de ver qué pasa si bebes mucha agua. Ahora bien, es importante que sepas que la sobrehidratación se puede curar. Por supuesto, el tratamiento consiste en restringir la ingesta de líquidos —normalmente hasta 1 litro diario, tras contar con un diagnóstico previo del doctor— y con un tratamiento específico para tratar la sobrehidratación —basado, sobre todo, en diuréticos para eliminar los excesos de agua—. También existen otros medicamentos y diuréticos para eliminar la cantidad de sodio en la sangre ya que estas sales estimulan la retención de líquidos en el organismo.
El diagnóstico para detectar los síntomas de una sobrehidratación se realiza mediante la exploración de un médico y a partir de un análisis de sangre y de orina. En este caso, lo que se encarga de diagnosticar el doctor es si existe una sobrehidratación o si existe un exceso de líquido en la sangre —con un aumento del volumen general y con un exceso de sales en su concentración—. Para ello, se realiza la exploración con el fin de detectar un aumento de peso, así como posibles signos de edemas. La analítica proporciona al doctor lo necesario para comprobar las concentraciones de electrolitos en la sangre, entre otras.