En los últimos años, el entrenamiento funcional se ha convertido en una opción muy popular y altamente demandada entre quienes realizan actividad física e, incluso, profesionales del deporte. En este sentido, hay quién se pregunta si existen diferentes tipos de entrenamiento funcional.
Y es que el entrenamiento funcional como concepto global, tiene como objetivo preparar el cuerpo para funcionar mejor en la vida. Así, nos entrena para movernos, levantarnos, agacharnos, empujar o tirar con mayor seguridad, estabilidad y control.
Ahora bien, lo cierto es que existen varias formas de practicarlo o, si lo prefieres, diferentes ‘tipos’ de entrenamiento funcional. A continuación, comentaremos cada una de sus variantes y veremos cómo practicarlos de forma segura.
Variantes o tipos de entrenamiento funcional
Probablemente ya sepas qué es el entrenamiento funcional, y como decíamos, destaca por imitar movimientos cotidianos y facilitar su ejecución. Pero su gran beneficio es que se adapta a cada usuario.
En los siguientes párrafos, veremos cuáles son estas variantes o diferentes tipos de entrenamiento funcional, o adaptaciones según distintos criterios. Así, por ejemplo, podemos adaptarlo según distintos niveles de condición física, objetivos personales o situaciones especiales como el embarazo.
Entrenamiento funcional según el material utilizado
Este primer enfoque se basa en los recursos que tienes disponibles. Y como veremos, el material influye en la dificultad, la variedad y los estímulos que se pueden generar.
- Entrenamiento funcional con peso corporal. Este tipo de entrenamiento funcional es el más accesible de todos y permite trabajar en cualquier lugar. Se basa en controlar tu propio cuerpo, mejorando la fuerza, la movilidad, la estabilidad y la coordinación.
- Entrenamiento funcional con bandas elásticas. Las bandas permiten generar una resistencia variable y controlada. Son especialmente útiles en fases de rehabilitación, activación muscular o trabajo excéntrico. También son perfectas para trabajar con bajo impacto articular.
- Entrenamiento funcional con TRX o entrenamiento en suspensión. El entrenamiento en suspensión obliga al cuerpo a estabilizarse constantemente. Esto implica una activación del core y una mejora significativa de la fuerza funcional.
Adaptaciones o tipos de entrenamiento funcional según la población
Además de lo anterior, si hablamos de variantes o tipos de entrenamiento funcional, debemos tener en cuenta que también puede adaptarse a grupos de población como:
- Entrenamiento funcional para personas mayores. Se enfoca en mejorar la autonomía, el equilibrio, la coordinación y la fuerza funcional para tareas cotidianas. El objetivo es mantener o recuperar capacidades físicas esenciales para una vida independiente y segura.
- Entrenamiento funcional para mujeres embarazadas y postparto. Durante el embarazo y el postparto, el cuerpo experimenta grandes cambios. Este tipo de entrenamiento busca proteger la zona abdominal, mantener el tono muscular y evitar dolores.
- Entrenamiento funcional infantil. En edades tempranas, el objetivo es desarrollar habilidades motoras básicas de forma lúdica. A través de juegos, circuitos y movimientos variados, se mejora la coordinación, el equilibrio y la agilidad.
Entrenamiento funcional según objetivos
Por último, también podemos hablar de adaptaciones o tipos de entrenamiento funcional en función del objetivo del usuario. Por ejemplo:
- Hipertrofia. Aunque el entrenamiento funcional suele enfocarse a mejorar todas las cualidades, con el fin de estar más preparado para el día a día, la ganancia de masa muscular también puede ser un objetivo funcional si te dedicas a culturismo o lo requieres por diversos factores. En este caso, el entrenamiento más eficaz sería los métodos de entrenamiento propios para la ganancia de masa muscular.
- Perder grasa corporal. Aquí se aplican circuitos metabólicos o HIIT con ejercicios funcionales de alta intensidad y poco descanso. Se busca aumentar el gasto calórico durante y después del entrenamiento, activando al mismo tiempo grandes grupos musculares.
- Mejorar la postura y el core. Este enfoque prioriza la estabilidad lumbopélvica, la activación del transverso abdominal y la respiración funcional. Los ejercicios suelen ser lentos, controlados y orientados a corregir desequilibrios. Muy útil para personas con dolores de espalda.
Conclusiones sobre los tipos de entrenamiento funcional
Como hemos visto, y aunque el concepto de entrenamiento funcional es único, podríamos decir que existen diferentes formas de aplicación o ‘tipos’ de entrenamiento funcional. Todos ellos enfocados en devolverle al cuerpo su capacidad natural de moverse, de adaptarse y de resistir.
En cualquier caso, para poder diseñar entrenamientos de estas características, es fundamental contar con el conocimiento adecuado y una planificación bien estructurada.
No se trata solo de hacer ejercicios variados, sino de combinar de forma inteligente el tipo de movimiento, la intensidad, los descansos y la progresión individual.
Por eso, si estás pensando en aplicar esta metodología de forma profesional, te recomendamos formarte con un curso functional training. Con ello, aprenderás a adaptar cada tipo de entrenamiento funcional a distintos perfiles y ampliarás tus perspectivas laborales.

Prepárate para el certificado de profesionalidad
Certificación Internacional (título propio)
Clases y tutorías en directo
737 horas + Contenidos exclusivos





Clases disponibles 24h







