¿Por qué tenemos agujetas y a qué se deben?

En este artículo explicaremos por qué tenemos agujetas y cuáles son las causas que las propician, pues la mayoría de la población ha sufrido agujetas al menos una vez en la vida.

Con lo cual, se trata de una molestia familiar. Se las conoce también con el nombre de dolor muscular de aparición tardía o sus siglas DMAT. De manera general se puede decir que son una incomodidad o dolencia que aparece después de haber realizado una sesión de ejercicios de intensidad alta o moderada. Aún así, existen muchas dudas alrededor de su origen.

¿Por qué tenemos agujetas?

Es importante resaltar que las agujetas son el resultado natural de un proceso de reparación y crecimiento muscular. Recordemos que, cuando entrenamos o practicamos algún deporte o actividad física, las fibras musculares sufren microdesgarros.

Como consecuencia, el cuerpo comienza a reparar dichos daños y los músculos se vuelven más fuertes y resistentes. En ese proceso de crecimiento pueden aparecer agujetas. Estas se detienen a medida que el músculo se adapta al esfuerzo y se vuelve más capaz de soportar cargas y ejercicios de gran intensidad.

Entonces, ¿por qué salen las agujetas? Las agujetas aparecen cuando se practica un ejercicio para el que los músculos no están preparados. Por ello, lo ideal es planificar un entrenamiento que trabaje la intensidad de manera gradual.

¿Cómo se producen las agujetas?

Una vez que sabemos a qué se deben y qué son las agujetas, veamos cómo se producen. Si tomamos como base la preparación muscular que necesita nuestro cuerpo para prevenirlas, podemos decir que se producen en los siguientes casos:

Ante una jornada de ejercicio intenso

Si un organismo no está acostumbrado a realizar ejercicio de alta intensidad, lo más acertado es comenzar con la práctica deportiva de forma paulatina. En caso contrario, las molestias no tardarán en aparecer. ¿Por qué tenemos agujetas? Por la falta de preparación.

Falta de calentamiento

Una forma de preparar los músculos es el calentamiento previo a cualquier sesión de entrenamiento. Un buen calentamiento previene la aparición de agujetas, así como posibles lesiones que pudieran darse. Esta fase es fundamental que se desarrolle respetando tiempos y forma. Cada músculo es importante y debe tratarse detenidamente.

Ausencia de estiramientos

Si alguna vez te has preguntado “¿por qué tengo agujetas ”, debes saber que suelen producirse también cuando no se estira correctamente después de los entrenamientos. Los expertos recomiendan estirar especialmente los grupos musculares implicados en la actividad recién completada. Esto favorece enormemente la recuperación.

Falta de descanso

Un cuerpo relajado y descansado tiene mayor probabilidad de recuperarse fácilmente de las micro roturas producidas durante el ejercicio. De hecho, cuando las personas nos preguntan cómo se producen las agujetas, una de las razones que más priorizamos es el descanso. Si el cuerpo no se relaja, no encontrará la oportunidad de regenerar las fibras musculares.

Por último, respecto a por qué se producen las agujetas, es preciso mencionar que hace algún tiempo se atribuía esta dolencia a la acumulación de ácido láctico.

El ácido láctico es un subproducto de la producción de energía en el cuerpo y se acumula cuando resulta imposible eliminarlo (o no se puede eliminar lo suficientemente rápido).

Se pensaba que esta acumulación de ácido láctico podría causar dolor muscular y fatiga, lo que puede contribuir a la aparición de agujetas. Hoy todavía existen muchas personas que piensan que es así, pero se ha demostrado que no es una teoría cierta.

Ahora que sabes cómo se producen las agujetas y por qué tenemos agujetas, es hora de que adecues tus entrenamientos para prevenirlas. Ya sea en los tuyos o en los de aquellas personas con las que trabajes. El ejercicio no tiene por qué causar molestias si se lleva a cabo de manera correcta.

Webgrafía y Bibliografía

1. Welthy Magazine (16 de octubre de 2020). Qué son las agujetas y por qué se producen
2. Sandoz Bienestar (22 de enero de 2021). Agujetas: Por qué se producen y cómo evitarlas en nuestra vuelta a la rutina fitness