¿Qué es el sedentarismo y por qué es malo para nuestra salud?

No cabe duda de que el teletrabajo y el uso constante de dispositivos electrónicos han cambiado radicalmente nuestro estilo de vida. Y es que la comodidad de trabajar desde casa y el acceso inmediato a entretenimiento y comunicación han reducido significativamente la actividad física diaria de muchas personas. 

Ahora bien, este cambio ha traído consigo un aumento alarmante del sedentarismo, un problema que afecta gravemente a la salud de gran parte de la población. Por ello, a continuación, nos detendremos a comentar qué es el sedentarismo, por qué es perjudicial para nuestra salud y cómo influye específicamente en la salud mental de las personas.

H2: ¿Qué es el sedentarismo? Definición

En primer lugar, y para poder abordar este tema con profesionalidad, conviene establecer las bases y ofrecer una buena definición de sedentarismo. Así pues, podemos decir que, este término hace referencia a un estilo de vida caracterizado por una baja o nula actividad física. Y, además, describe comportamientos que implican estar sentado o acostado durante largos períodos de tiempo. Ahora bien, ¿qué dice la OMS al respecto? Vamos a verlo.

H3: ¿Qué es el sedentarismo en la salud según la OMS?

Como era de esperar, al tratarse de un tema vinculado a la salud, esta organización tiene su propia definición de sedentarismo. Esto nos lleva a explicar qué es el sedentarismo según la OMS. En este sentido, se define como cualquier comportamiento que implique un gasto energético menor a 1.5 METs mientras se está sentado, acostado o reclinado.

Por otro lado, a esto podemos añadir que la OMS estima que el sedentarismo es responsable del 6% de todas las muertes a nivel global, lo que equivale a 3.2 millones de muertes anuales. 

H3: ¿Por qué es malo el sedentarismo? ¿Cómo afecta a nuestra salud?

Aunque ya hemos comentado alguna de las cifras más alarmantes que pueden dar respuesta a esta pregunta, el sedentarismo es perjudicial para nuestra salud por varias razones:

• Aumento del riesgo de sobrepeso y obesidad. En primer lugar, la falta de actividad física reduce la quema de calorías, lo que aumenta la probabilidad de ganar peso.
• Enfermedades cardiovasculares. Igualmente duplica el riesgo de desarrollar enfermedades como la angina de pecho y el infarto de miocardio. 
• Diabetes tipo 2. Debemos mencionar también que las personas sedentarias tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar diabetes tipo 2. 
• Hipertensión y colesterol elevado. Del mismo modo, afecta a los niveles de presión arterial y colesterol en sangre, ambos factores de riesgo..
• Cáncer. La inactividad o sedentarismo se asocia a una mayor probabilidad de padecer ciertas tipologías de cáncer, incluidas el de mama y colon. 
• Salud mental. Por último, estudios han demostrado que las personas que llevan un estilo de vida sedentario tienen un 25% más de probabilidades de sufrir depresión.

Como vemos, las consecuencias del sedentarismo presentan una gravedad bastante elevada tanto a nivel físico como mental.

H2: El sedentarismo y la salud mental

Tras comentar qué es el sedentarismo y como afecta nuestra salud, es preciso destacar la relación entre el este y la salud mental, que es particularmente alarmante. Y es que hay estudios que han demostrado que el sedentarismo está estrechamente relacionado con la aparición de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. 

Por no hablar de que la falta de actividad física reduce la producción de endorfinas, las hormonas que nos hacen sentir bien, y aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés. En definitiva, todo esto puede conducir a un deterioro del estado de ánimo y a una mayor vulnerabilidad a los trastornos de salud mental. 

Afortunadamente, como veremos ahora, la actividad física regular puede contrarrestar muchos de los efectos negativos del sedentarismo. 

H3: ¿Cómo afecta el sedentarismo a la salud mental?

Ya hemos visto por qué es malo el sedentarismo, pero para ser más específicos, podemos decir que este afecta la salud mental de diversas maneras:

• Aislamiento social. En primer lugar, las largas horas de inactividad pueden llevar a una sensación de aislamiento social, ya que las personas sedentarias tienden a participar menos en actividades sociales y recreativas. 
• Peor calidad del sueño. En segundo lugar, el sedentarismo está asociado con una peor calidad del sueño. Quienes pasan mucho tiempo sentados o reclinados a menudo tienen dificultades para conciliar el sueño y mantenerse dormidos. 
• Menos autoestima. Finalmente, es posible observar una disminución de la autoestima. Y es que las personas que no participan en actividades físicas pueden sentirse menos competentes y más insatisfechas con su apariencia física.

H3: ¿Qué beneficios psicológicos tiene la actividad física regular?

Ahora bien, vista la relación entre sedentarismo y salud mental, debemos decir que la actividad física regular puede ofrecer numerosos beneficios psicológicos. Por ejemplo:

• Mejora el estado de ánimo. El ejercicio libera endorfinas, que son conocidas como las hormonas de la felicidad. Estas sustancias químicas naturales pueden mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión.
• Disminución del estrés. Llevar una vida físicamente activa favorece unos menores niveles de cortisol (la hormona del estrés) y la relajación. El ejercicio también puede mejorar la capacidad del cuerpo para manejar el estrés.
• Aumento de la autoestima. Participar en actividades físicas puede mejorar la percepción de uno mismo y aumentar la confianza. Lograr objetivos fitness y ver mejoras en el rendimiento físico puede proporcionar un sentido de logro y satisfacción personal.
• Mejora del sueño. El ejercicio regular también puede mejorar la calidad del sueño, ayudando a las personas a conciliar el sueño más rápidamente y a disfrutar de un sueño más profundo y reparador.
• Estimulación cognitiva.  Por último, la actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.

H3: ¿Cómo puede el ejercicio ayudar a combatir la ansiedad y la depresión?

Con todo lo anterior, y tras comentar qué es el sedentarismo y como afecta nuestra salud, se evidencia que el ejercicio es una herramienta poderosa para combatir la ansiedad y la depresión. Pero…¿de qué manera lo hace?

• Distracción positiva. El ejercicio ofrece una distracción saludable de los pensamientos negativos y las preocupaciones. Al concentrarse en la actividad física, las personas pueden experimentar un alivio temporal de sus síntomas de ansiedad y depresión.
• Interacción social. Participar en actividades físicas, como clases de ejercicio grupales o deportes en equipo, puede fomentar la interacción social y reducir el aislamiento. Las conexiones sociales son cruciales para la salud mental y pueden proporcionar apoyo emocional.
• Aumento de la energía. La actividad física regular puede aumentar los niveles de energía y reducir la fatiga, lo que puede mejorar el estado de ánimo y la motivación para enfrentar el día a día.
• Establecimiento de rutinas saludables. Incorporar el ejercicio en la rutina diaria puede proporcionar estructura y un sentido de propósito. Establecer y alcanzar metas de fitness puede ofrecer un sentido de logro y motivación.

En definitiva, combatir el sedentarismo mediante la actividad física regular no solo mejora el bienestar físico, sino que también ofrece numerosos beneficios psicológicos. Por ello, mantenerse activo es crucial para una vida saludable y equilibrada.

Dicho esto, ¿quieres ayudar a otras personas a llevar un estilo de vida activo y saludable? Fórmate con nosotros y, además, conseguirás herramientas y conocimiento para evitar el sedentarismo y mejorar tu salud.

Webgrafía y Bibliografía

1. Effective Health Care Program. Riesgos de una vida sedentaria
2. FEDA (22 de noviembre de 2016). ¿Cómo afecta el sedentarismo a nuestra salud?
3. Muñoz, S (7 de octubre de 2016). Los riesgos del sedentarismo
4. Delgado Villalobos, S., Huang Qiu, C., González Cordero, L., & Castro Sibaja, M. (2022). Impacto del sedentarismo en la salud mental. Revista Ciencia Y Salud Integrando Conocimientos, 6(1), Pág. 81–86.